Una falta, en fútbol, se produce cuando un jugador comete una
infracción de las reglas del juego de manera imprudente, temeraria, o
con uso de una excesiva fuerza. La infracción puede consistir en dar una
patada, poner la zancadilla, hacer una carga contra un adversario,
darle un empujón, sujetarlo o saltar sobre él. El saque de falta es un
golpe realizado con el balón parado. Viene efectuado después de que el
árbitro ha señalado una infracción en cualquier posición dentro del
terreno de juego, también en las áreas (penalti).
Las faltas corresponden a la regla 12 de reglamento del fútbol y el juego se reanuda siempre con un "tiro libre".
Si el tiro libre es directo, el lanzador puede marcar un gol
directamente en la portería adversaria. La barrera defensiva y todos los
futbolistas adversarios deben estar al menos a 9,15 metros del balón.
En el tiro libre indirecto, a diferencia del directo, el balón antes
de entrar en portería debe ser tocado por otro futbolista y debe
moverse. En caso contrario el gol no es válido y el juego se reanuda con
saque de meta para el otro equipo.
Según la magnitud de la falta, el árbitro amonestará al jugador
infractor con una tarjeta amarilla o roja, y si el jugador acumula dos
tarjetas amarillas el árbitro lo amonestará con una tarjeta roja lo cual
lleva a su expulsión del partido.
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